“¿En verdad, fuimos modernos? ó ¡Nunca fuimos modernos!
¿El pobre es pobre porque quiere?
El salón de clases ya no se encuentra entre cuatro paredes,
Siempre habrá empleos a pesar de la tecnología y la IA,
La mente, el conocimiento, la información y los datos serán los activos más valiosos,
Las personas darán forma al mundo laboral del futuro, no las máquinas.
Atención a la salud emocional. Depresión-Ansiedad, enfermedades del siglo XXI,
Soluciones basadas en la Naturaleza (SbN),
Eco.tecno-soluciones-sostenibles”.

 

[…] en mi pueblo me preguntan: “¿Han escuchado tu mensaje?”. “Sí, me han dado una ovación tremenda.” Y de nuevo preguntan: “¿Pero han escuchado tu mensaje?” Y me doy cuenta de que no ha sido así. Me quejo a mi madre y ella me dice: “Sabes, hijo, vas tener que cambiar la forma de dar ese mensaje”. Y ella cierra sus ojos, me coge las manos y, con los ojos cerrados, me dice: “Hijo, vas a tener que aprender a derretir el hielo del corazón de los hombres. Solo así tendrán una oportunidad de cambiar y podrán utilizar su conocimiento sabiamente”.

ANGAANGAQ. CHAMAN. Líder espiritual de las tribus esquimales de Groenlandia y representante de los pueblos del ártico en las Naciones Unidas.

 

Hace cuatro años aproximadamente, iba a compartir una lista sobre aquellos temas, acontecimientos y tendencias que ya empezaban a tomar relevancia a nivel mundial y que actualmente los estamos viviendo con intensidad, incertidumbre, y un tanto de ansiedad y a la expectativa por las consecuencias que esto traerá a la humanidad, y aunque se están desarrollando en otras latitudes, en otros continentes, han ido afectando gradualmente la vida de muchas personas y del medioambiente alrededor del mundo. Hoy es el momento de compartirles en esta publicación el listado correspondiente y actualizado que por ahí tenía guardado, pero creo conveniente, primero, ahondar sobre algunas consideraciones generales a tomar en cuenta.

Esos acontecimientos avizoran un futuro muy confuso, difícil e incierto para muchos, si no se toman las medidas previsoras para mitigar sus efectos secundarios; pero, también, podrían ser la coyuntura que fortalecerá nuevas formas de organizarse y nuevas relaciones humanas y comerciales de lo local a lo global, para no depender de un sólo mercado; es decir, crear nuevas estrategias de mercado y nuevos modelos económicos que impulsen aún más la economía nacional; prepararse para afrontar esos cambios disruptivos que afectarán todas las áreas de acción, principalmente en educación, alimentación, salud y las tecnologías emergentes.

Desde que apareció Internet, los avances tecnológicos han ido en aumento y están presentes en nuestras vidas, año con año, dando solución parcialmente a algunos problemas (Comunicación, información, economía, brecha educativa, modelos de negocio, etc.) y atendiendo ciertas necesidades de antaño, pero alentando otras, creadas o provocadas por el mismo sistema imperante (pobreza, soledad, consumismo, delincuencia, salud pública deteriorada, deforestación, industrialización excesiva, etc.). La mayoría de estas soluciones por nada resolvían los problemas que se iban acrecentando, con un impacto negativo para los ecosistemas, por ejemplo, el cambio climático, la pobreza, la desigualdad social, poco acceso a los sistemas de salud, la educación y la tecnología educativa, inquietudes personales de quienes seguimos su trayectoria desde entonces y donde no hemos visto que se aprovechen eficazmente las tecnologías para generar Bienestar Integral, Movilidad Social, etc.

Hace poco más de una década, esas tecnologías empezaron a conformar una nueva concepción entre las relaciones sociales humanas y éstas con el medio ambiente, con su entorno natural, en el naciente siglo XXI; y no fue sino hasta el año 2018 cuando se dio el punto de quiebre tecnológico, esa coyuntura o lo que actualmente llamamos como la disrupción tecnológica, consolidando un nuevo entorno geopolítico global, regional y local, primero, con la guerra tecnológica entre Estados Unidos contra China y Rusia, acelerándose con la pandemia en el 2019 (aunque, hasta la fecha el Covid-19 está parcialmente controlada);  luego, en el 2022: la guerra Rusia-Ucrania (con una posible o inminente guerra nuclear), y simultáneamente a éstos y demás eventos, con el renacimiento y auge de la carrera espacial, en la que llamamos Nuera Era Espacial; eventos que, al parecer, se han ido prolongando por más tiempo, unos para bien y otros para mal.

En nuestro país, coincidentemente está sucediendo algo parecido, pero en el ámbito político y económico; también, a partir del año 2018 se inició un cambio disruptivo en la manera de gobernar, con una Cuarta Transformación, un nuevo sistema de gobierno que, para un buen porcentaje de la población, ha sido bien aceptada y creado expectativas, pero que, a su vez, ha provocado una resistencia acérrima por parte de sus detractores.

Teniendo estas premisas, considero que ha sido el momento idóneo para iniciar con grandes proyectos de transformación en nuestro país, (a pesar de la crisis internacional), donde algunos de éstos proyectos se irán consolidando en el 2023 y 2024, siempre y cuando haya consenso, conciencia, consciencia y buenas intenciones en las cámaras legislativas y en la propia ciudadanía, para sacar leyes y preparar el camino hacia la integración de una infraestructura social, no en el corto plazo, sino a mediano y largo plazo (entiéndase a 10, 30, 50, 70 años o más), toda vez que en este año 2023 tendremos elecciones a dos gubernaturas, y en el 2024 elecciones presidenciales para elegir a quien continuará el proyecto de una Cuarta Transformación emergente o de quien la bloqueará para regresar, continuar e impulsar otra ruta, en esos caminos ya recorridos y conocidos por generaciones.

Ya sea una u otra opción política, lo que necesitamos como nación, son los cambios estructurales para fortalecer unas políticas públicas más agresivas que apuntalen a nuestro país como una potencia mundial, emergente, acompañando a la población hacia un objetivo en común: lograr Bienestar Integral, Desarrollo, Progreso, una Movilidad Social como índice del crecimiento económico de nuestro país, y una alternativa al Modernismo y Posmodernismo, con una nueva concepción-acción más humana, donde se destrabe el bucle en el que nos han hecho creer que es la razón de ser, hacer y vivir, y donde en realidad nunca fuimos modernos (Bruno Latour, 1991).

Para que esto se materialice, es necesario otro modelo económico y un nuevo paradigma geopolítico nacional y local, donde la lucha real por los Derechos Humanos mejoren las condiciones económicas, laborales, educativas, ambientales, sociales, de vivienda, ocio y esparcimiento, alimentación, de la propia seguridad alimentaria, de la salud, calidad de vida de todas las personas, de la paz, de una equidad y convivencia sana para vivir en sociedad de manera sostenible, y hacer del derecho a la vida un derecho universal e integral para todos y todas.

Todo ello, para alcanzar los objetivos principales de gobernanza y a su vez, lograr el cumplimiento de una Agenda 2030, que si bien, algunos la consideran una imposición del sistema capitalista-neoliberal, sirve como marco de referencia para que sea adaptada en los planes de desarrollo y en las políticas públicas, dependiendo de las necesidades que existen en los contextos locales, regionales, municipales, nacionales y globales, respetando siempre la soberanía nacional, y la diversidad cultural y religiosa de todos los pueblos, para ejercer responsabilidades compartidas pero también diferenciadas, un anhelo y una meta como humanidad.

Bien, entonces regresemos al año 2018, año en que se concreta esa disrupción tecnológica, ese Salto Cuántico y Tecnológico en el ámbito comercial y empresarial, cuando se observa una tendencia de crecimiento económico y donde, a pesar de la pandemia en el 2019, se impulsa la transformación digital en algunos sectores de la industria, acelerando ese cambio de paradigma hasta por cinco y diez años aproximadamente, según algunos indicadores; por ejemplo, en el estudio “2020 Global CEO Outlock. Edición especial COVID-19”, elaborado por KPMG International, menciona que el 80% de los directores ejecutivos (CEO´s), confirmaron que la transformación digital de sus empresas se aceleró durante la pandemia. En México fue el 69%, y en algunos otros países latinoamericanos, aunque ese porcentaje es menor, hay una tendencia al alta.

En los ámbitos social, educativo y de salud, esa transformación digital nunca llegó; mucho menos contamos con una soberanía alimentaria, de recursos y materiales; al contrario, acrecentó aún más esa brecha que existe entre los que tienen y los que carecen de esos recursos y servicios. Y no solo fue en nuestro país. A pesar de todo esto, siempre afloran las capacidades, los talentos y la creatividad para salir adelante; pero eso no es todo, hace falta todavía algo más, hacer un poco más o mucho y estar preparados contra las contingencias. La investigación-acción en un recurso óptimo para realizar estudios con indicadores más acordes a nuestras realidades, oportunidades, debilidades y fortalezas, que aporten valor y sustento técnico para aplicar políticas públicas idóneas y así evitar entrar al juego del consumismo y de las supuestas “necesidades”.

Ahora bien, cuando nos introducimos al tema de las tendencias o mega tendencias, hay que tener mucho cuidado al momento de elegir las fuentes de información y preguntarnos: cómo, para qué, con qué fin o para quién lo están midiendo o va dirigido. Lo interesante es, saber que muchos de los estudios que se realizan actualmente se están democratizando, porque ya se toman en cuenta indicadores de la nueva economía que se está gestando, con una relación intrínseca con las ciencias sociales, las ciencias naturales, la cosmovisión, la cultura y las artes, donde tal vez, el PIB ya no sea considerado un indicador primario y confiable, y donde el Bienestar, la Movilidad Social, Urbana y Ambiental, la diversidad cultural, la cosmovisión de los pueblos originarios, y por supuesto de la propia tecnología y apoyados por ésta, entre otros, tienen un mayor impacto y relevancia como indicadores que orienten y muestren eficazmente sobre las condiciones y la realidad en la que verdaderamente vive la población.

Con base a las tendencias actuales y a sus indicadores de la nueva economía, que en lo personal coincido en la mayoría de los puntos, existen cuatro rubros o recursos que en este año 2023 ya son indispensables para lograr en el año 2030, el tan deseado desarrollo y crecimiento económico y social para todos, donde las tres dimensiones a tomar en cuenta son: Social, Ambiental y Económico; y yo agregaría también el Cultural.

Los cuatro recursos son: Agua, Alimentos, Energía y Materiales; recursos y materias primas básicas e indispensables, que en los mercados financieros se les conoce como los “commodities” o commodity”. Sí, el agua ya es considerada como un bien material o una materia prima por su gran valor comercial y financiero, el cual, para muchos países representa de vital importancia y relevancia, ya que algunos carecen sustentable y sosteniblemente de ella, recurso que se está perfilando como el próximo oro líquido y que ya está causando conflictos bélicos.

Y es aquí a donde quiero llegar. No encontrar el hilo negro puesto que el futuro aún no es predecible, todavía no existe la ciencia ni la tecnología para lograrlo: de momento, tenemos las estadísticas e indicadores, lo que nos da certeza para actuar.

Lo que pretendo es la de establecer una relación entre las tecnologías, las tendencias y/o mega tendencias de todo tipo, los problemas y necesidades que los gobiernos deben atender y además, la de resolver aquellos retrasos de políticas públicas anteriores, integrando los ODS o la Agenda 2030 a los planes de desarrollo gubernamental, a las alianzas estratégicas en geopolítica, aeroespacial, educativa, científica y tecnológica, y ver cómo los “commodity” nos pueden llevar a un mejor entendimiento como país y humanidad en esta aldea global ya des-globalizada.

Qué curioso verdad, los cuatro “commodity”: Agua, Alimentos, Energía y Materiales representan a los cuatro elementos de la naturaleza que conforman e integran nuestra esencia humana y medioambiental, en un ecosistema llamada Tierra: Agua, Tierra, Fuego y Aire.

Por lo tanto, al considerar que ya estamos saliendo de un mundo globalizado, en la siguiente lista les comparto algunos de los temas, eventos, acontecimientos, conflictos, tendencias, mega tendencias y áreas de oportunidad que ya nos alcanzaron, y de las que podemos sacarle provecho para realizar grandes proyectos y cambios estructurales apoyados por la tecnología, la educación y una gobernanza idónea, ejes rectores hacia un país y un planeta más sustentable y sostenible, en un mundo ya des-globalizado, y así ejercer responsabilidades compartidas pero también diferenciadas, un anhelo y una meta como humanidad.

Un ejemplo de proyectos sustentables y sostenibles, es el que describo en mi blog personal-profesional, con una propuesta basada en al ABP, Aprendizaje Basado en Proyectos, con el proyecto del Huerto Escolar, http://luiscarloscazaresaguirre.com/conciencia-civica-y-etica-como-salvaguardia-de-una-armonia-ambiental-integral-sostenible/, y que podemos aprovechar para trabajar en el salón de clases junto a temas transversales enlistados abajo y que también comenté líneas arriba, como la seguridad alimentaria, energía, salud, geopolítica, educación financiera, derechos humanos, tecnología, economía, empleo, emprendimiento, cooperación, colaboración, entre muchos más.

Entonces, comentado todo lo anterior, les comparto algunos de los temas, eventos, acontecimientos, conflictos y tendencias para los próximos 3, 5, 10, 30, 70 años o más, a considerar en algún programa o proyecto educativo, en el Plan de Desarrollo Institucional y Gubernamental (empresa, emprendimiento, ONG, OSC, Gobierno, etc.), o para algún proyecto familiar, personal y profesional que tengan en mente, una idea, y quieran implementar, en su entorno o comunidad, en el entendido de que estos temas no son todos, ni son la regla general, sólo son una muestra, una mirada a la inmensa cantidad de datos e información que encontré en ciertas bases de datos y en algunas páginas especializadas, las cuales, se pueden desmenuzar en tópicos, temas y subtemas más concretos. Para reforzar los conocimientos, es muy recomendable acudir o apoyarse de instituciones y organizaciones competentes y calificadas en cada tema en específico:

  1. Nuevas formas de enseñar y aprender.
  2. Educación Disruptiva, obicua e inmersiva.
  3. Des-Globalización del sistema geopolítico unipolar.
        • Conformación de un nuevo escenario y orden mundial con el nacimiento de nuevos bloques geopolíticos: Bipolar y Multipolar.
        • La Globalización ya no existe como tal, se resiste, pero ahora estamos entrando en una nueva faceta, en un proceso de Desglobalización desde hace aproximadamente seis años. Por lo tanto, en las escuelas deben de mostrar esas nuevas realidades.
        • La Desglobalización trae consigo la Regionalización o Bloques económicos diferentes al liderado por Estados Unidos. Además del dólar y el euro, está entrando al mercado nuevas monedas como el rublo de Rusia y el Renminbi (RMB) o yuan de China.
        • Se están conformando nuevos bloques en el mundo. Federación Rusa-China-Bielorusia, India y otros (UEE, OCS, ASEAN, EAC), por mencionar sólo algunos.
        • La integración de estos nuevos bloques comerciales, políticos y militares permite el crecimiento exponencial de los países, por la diversidad y oportunidad de desarrollo comercial, científico y tecnológico.
        • Mundo poli-nodal. Descrito anteriormente.
        • La guerra Rusia-Ucrania continuará por un largo tiempo.
  4. Seguirán los despidos masivos en la industria de la tecnología y gradualmente en diferentes empresas a nivel mundial. Reordenamiento.
  5. Desempleo versus Tecnología.
  6. Emprendimiento socialmente sostenible.
  7. Crisis Mundial y Local:
  • Climática.
  • Financiera.
  • Inflacionaria.
  • Alimentaria.
  • Hídrica. Conflictos internacionales (guerras).
  • Energética.
  • Ambiental (se agrava el cambio climático).
  • Salud pública (COVID-19, nuevas epidemias y ¿pandemias?).
  • Humanitaria.
  • Cripto ¿rentable? Mercado de Criptoactivos (caso: FTX).
  • Espiritual.
  • Ambiental.
  • Hambrunas.
  1. La población estará envejeciendo a mayor edad. Salud sostenible a mayor vida laboral.
  2. El consumismo planificado al alta.
  3. Singularidad, Distopía, Gamificación, Cognición.
  4. Internet basado en terapias.
  5. Avance tecnológico versus crecimiento de la población versus disminución de la productividad.
  6. Nueva Consciencia y/o Conciencia.
  7. Renacimiento del Socialismo y Comunismo hacia la conformación de otro modelo geopolítico.
  8. ¿Fin del Capitalismo? O hacia el Post-capitalismo.
  9. Fortalecimiento Geopolítico de la Izquierda en América Latina.
  10. Radicalización de la ultraderecha latinoamericana y mundial para frenar el crecimiento y fortalecimiento Geopolítico de la Izquierda en América Latina y Occidental. Casos: Perú, Brasil y posiblemente en Chile, Argentina, Ecuador, Venezuela y México.
  11. Un progresismo en auge, que, en algunos casos, es un negocio ideológico de la clase neoliberal dominante, financiado principalmente para reconstruir el capitalismo, y fortalecer y mantener la hegemonía oligárquica y burguesa.
  12. Ciberseguridad cada vez más vulnerada.
  13. Escasez de materias primas.
  14. Agotamiento de los recursos versus crecimiento de la población.
  15. Disrupción tecnológica: ¿OpenIA-GPT3, LaMDA-GPT3 + Dall-E + Voz sintetizada + Robótica avanzada? ¿Metaverso, Inteligencia Artificial, Fotónica, la singularidad tecnológica?
  16. La carrera por la Nueva Era Espacial.
  17. Desarrollo Sustentable y Sostenible.
  18. Salud Disruptiva.
  19. Comunidad Obicua.
  20. Hibridación.
  21. Consumismo ético y responsable.
  22. Economía basada en recursos.
  23. Economía circular.
  24. Sustentabilidad y sostenibilidad ambiental, alimentaria, suelo, agricultura, medio ambiente.
  25. Escasez en la abundancia: laboral, alimentaria, salud, recursos naturales.
  26. Auge del cooperativismo.
  27. Crisis climática podría matar a más de un millón de personas en América Latina.
  28. Movimientos sociales, refugiados y migraciones masivas.
  29. Cambios y colapso demográficos versus ¿fertilidad a la baja?
  30. Energía ¿renovable?
  31. La propiedad (de los Comunes, medios de producción, datos, capital intelectual) contra un estilo de vida basado en la renta y que ya no es sustentable.
  32. Seguridad alimentaria.
  33. Soluciones basadas en la Naturaleza (SbN).
  34. Eco-tecno-soluciones.

 

 


Algunas premisas:


  • Sobrevive el que más rápido se adapta.
  • La mente, el conocimiento y la información serán los activos más valiosos.
  • Siempre tendrás empleo si trabajas en la industria de la tecnología.
  • Aumentar la conectividad y velocidad y eliminar los límites de datos.
  • Enseñar en las escuelas las nuevas realidades geopolíticas, económicas, sociales, ambientales, científicas y tecnológicas.
  • Primero mejorar la calidad de vida con una educación financiera que lleve a las personas a utilizar un porcentaje de sus ingresos para aprender cualquier cosa.
  • Atención institucional y de salud pública, el aspecto emocional de las personas, acoso y diversos trastornos derivados de las redes sociales, pero también por la pandemia (comida, ansiedad, estrés, soledad).
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