Resulta paradójico y metafórico que, así como la inocuidad de los alimentos es muy importante para no dañar la salud de los consumidores, así también debe ser en educación, es decir, la aplicación correcta de estrategias educativas que mitiguen o anulen el rezago educativo en tecnologías educativas y propicien la igualdad de circunstancias para el desarrollo de las comunidades más vulnerables y pobres de México.

 

¿Realmente se aprovechó al máximo #QuédateEnCasa, para llevar a cabo la estrategia educativa de Educación a Distancia #AprendeEnCasa?

 

Al revisar la plataforma educativa y las actividades que habrían que completar tanto docentes como alumnas/os, los comentarios durante las clases virtuales respectos a esa carga administrativa y curricular y mi experiencia educativa fortuita que tuve durante estos últimos dos meses en asesoría educativa, me pregunto también:

 

 

¿Porque empeñarse en centrar la enseñanza y el aprendizaje para cumplir con tantas actividades y tareas, dándole importancia a las asignaturas y los contenidos?

 

COVID-19 vino a darnos un «chanclazo» para mostrarnos los problemas y los descuidos en los que se encontraban y aún se encuentran principalmente los sistemas de salud y de educación, desde hace décadas e incluso siglos, si nos remontamos a la Historia de México y la Colonia. Ahora bien, aunque la pandemia destapó muchas y exageradas deficiencias y desigualdades, en el ámbito educativo, considero que la estrategia educativa #AprendeEnCasa fue inflexible y se quedó demasiado corta, desaprovechando exponencialmente lo que ofrecen juntas la educación formal y no formal y potenciadas con la educación virtual o tecnologías educativas, me explico.

Todo lo que se había estado llevando a cabo en el salón de clases antes de esta pandemia, con una educación tradicional y presencial, se trasladó tal cual a la educación a distancia, donde el exceso de tareas y contenidos, aunados a la carga administrativa de las y los docentes, quienes tuvieron que trabajar muchas más horas de las habituales, se manifestó en un estrés donde lo más importante era cumplir con los contenidos y no con los aprendizajes claves y los aprendizajes esperados.

Esta continuidad que se le da en una educación a distancia de una educación presencial, con actividades que sólo son para ésta, hace que las asignaturas y sus contenidos se muestren fragmentadas/os en cada uno de los temas que ofrece la plataforma Aprende En Casa y en nada propicia un aprendizaje profundo o automático que se espera se adquiera entre todos, y principalmente a esa triada de actores educativos: madres y padres de familia, estudiantes y docentes.

Dado que los contenidos curriculares siguieron siendo los mismos y además incompatibles a los tiempos actuales que nos han tocando vivir, hacen que a esa triada de actores educativos se les deje ir la gran aventura y oportunidad de utilizar las metodologías activas (además del Aprendizaje Basado en Competencias que ha sido el pilar de las últimas reformas educativas), que años atrás nuestras autoridades educativas y gubernamentales debieron de atender a profundidad, sin faltar la apropiación sistemática de estos nuevos enfoques por parte de la mayoría del profesorado de los centros escolares.

Por ello, sería muy interesante e importante (bien que hace falta), que el currículum sea flexible para adaptarlo de acuerdo al contexto y a los tiempos, por parte de esa autonomía que le corresponde por derecho al centro escolar y de la triada educativa, apoyados por las autoridades educativas estatales, municipales y locales.

Ahora bien, siguiendo este enfoque, hay que considerar algunas situaciones por las que hemos pasado la gran mayoría. El cambio de paradigmas debe ser total y uno de estos es, qué tanto llenamos nuestras mochilas para aprender y aplicar lo aprendido.

Cuando somos estudiantes cargamos una mochila a nuestras espaldas, y hoy más que nunca, las instituciones educativas así como las madres, los padres de familia y los propios docentes, debemos de poner en esa mochila las herramientas correctas a nuestros estudiantes, no saturarla demasiado con herramientas innecesarias que, a la y el estudiante les pesará tanto que no podrán avanzar y que tal vez nunca utilizarán en la vida, porque al ser tan pesada esa mochila, al primer encuentro con la vida real, al primer problema que tengan que enfrentar y resolver, lo primero que van a hacer es abrir esa mochila para sacar la respuesta y la solución, pero se darán cuenta que esa mochila estará vacía y esto les llenará de estrés e incertidumbre, por un momento perderán el rumbo y tal vez tomarán un camino que no será la solución completa.

Pero qué pasa cuando a esa mochila se le va llenando con herramientas útiles que en cualquier momento o etapa de su vida, al abrirla, pueda utilizar satisfactoriamente para resolver cualquier problema o situación adversa que se le presenten. Entonces, las cosas cambian.

 

Algunas de esas herramientas se encuentran integradas en las metodologías activas, también aplicables a la educación a distancia, entre las que podemos mencionar:

  • Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) o Aprendizaje Basado en Problemas (ABP).
  • Aprendizaje Basado en el Pensamiento (Thinking Based Learning).
  • Aprendizaje Cooperativo.
  • Flipped Classroom (Aula Invertida).
  • Design Thinking (Pensamiento de Diseño).
  • Gamificación.

No se trata de transferir completamente el curriculum y quehacer áulico a los hogares, al contrario, hay que convertirlo más allá que ello, con actividades complementarias de las metodologías activas, que permitan una interacción más humana, flexible, creativa, con equidad e igualdad educativa para los que carecen de la tecnología educativa, pero que verdaderamente potencien el talento y la creatividad mediante el juego, las artes, los deportes y demás actividades lúdicas.

Una de esas metodologías activas que llevan años implementando en el currículum de algunos países de la OECD, es el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP).

Recuerdo que allá por los años 2006 y 2009 se hablaba de ello, pero con el concepto de «Trabajo por Proyectos.» Por supuesto que fue una nueva estrategia metodológica para los docentes, pero en la mayoría de las aulas no se implementó adecuadamente, salvo algunas excepciones que conocí en su momento. Al contrario, se siguió impartiendo las clases de manera tradicional enfocándose meticulosamente y por separado las asignaturas y sus contenidos para cumplir con las fechas propuestas de la SEP.

Entre esas excepciones que comento hay dos, las cuales «viví intensamente» de manera virtual; en primer lugar, por el trabajo que realizaba y aún realiza la maestra Mextli Xitlalli de la Telesecundaria Heberto Castillo en la comunidad de Cucapá, Mexicali, Baja California. Por otro lado, en el Estado de Puebla, que fue una de las entidades pioneras al implementar el sistema de las escuelas telesecundarias, también conocí el trabajo del maestro Gabriel Salom de la Telesecundaria San Andrés Yahuitlalpan, con su «modelo alternativo de educación» y su «construcción curricular», que con el paso de los años fue integrando y adecuando alternativas para la educación formal.

Tal vez existan más ejemplos de estos, pero yo me identifiqué con la maestra y el maestro porque su área de acción y atención fueron comunidades indígenas muy pobres, pero que lograron rescatar del anonimato. Los invito para que conozcan su trabajo, realmente fue y sigue siendo muy inspirador.

Y es que, el Trabajo por Proyectos o el Aprendizaje Basado en Proyectos y/o Problemas, son una herramienta esencial para el desarrollo de las comunidades, sobre todo para las comunidades rurales y áreas conurbadas más vulnerables y pobres.

Ahora bien, cuando digo que «la estrategia educativa #AprendeEnCasa fue inflexible y se quedó demasiado corta, desaprovechando exponencialmente lo que ofrecen juntas la educación formal y no formal, y potenciadas con la educación virtual o tecnologías educativas», es porque, no se trabajaron correctamente ciertas metodologías, entre las que se encuentran las metodologías activas, principalmente, el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP).

  • El ABP se construye en base a una serie de actividades y reflexiones en las que las asignaturas y sus contenidos no están disgregados, al contrario, se entrelazan, ya que permiten un aprendizaje interdisciplinar, presencial y a distancia #ABPMOOC_INTEF.
  • El ABP no es para unos cuantos, sino es para todos los que desean un rumbo diferente en su educación.
  • El ABP se aplica en todos los niveles educativos: Educación Básica, Media Superior y Superior.
  • El ABP es incluyente, motivador y promotor de valores.

Dentro del contexto de la Escuela Telesecundaria, el ABP se explota en su máximo resplandor; se puede aplicar con toda libertad, ya que un maestro de la Escuela Telesecundaria imparte las clases de todas las materias de su grupo; puede integrar junto con sus alumnos un proyecto bimestral, semestral o anual, donde se entrelazan todas las asignaturas y los temas transversales y de relevancia social; dicho proyecto puede estar enfocado al Huerto Escolar, La Biblioteca Escolar, Proyectos Productivos, Proyectos de Ciencias, Astronomía, Ajedrez, La Radio Escolar, Cultura Científica, la conmemoración de algún hecho histórico, el Día y Año Mundial e Internacional, etc. Aquí entra la imaginación y la creatividad de la maestra y el maestro.

Como maestro rural de la Escuela Telesecundaria tuve la oportunidad y la experiencia de aplicar el ABP; algunos de los proyectos fueron el Huerto Escolar, La Biblioteca Escolar, Proyectos Productivos, Proyectos de Ciencias, Cultura Científica, El Año Internacional de…

Para que tengan una idea, a grandes rasgos les propongo un ejemplo:

«El Día Mundial de la Inocuidad de los alimentos puede estar asociado al proyecto del Huerto Escolar; para ello, se investiga sobre el tema, se realizan lecturas de libros y se elaboran textos informativos, de promoción de la educación alimentaria, encuestas, se elaboran gráficas, se construye algún prototipo en Ciencias, se lleva un registro o historial en la computadora sobre lo que se está realizando en el Huerto Escolar y demás actividades, se realiza una exposición el proyecto con todo el colectivo escolar y se invitan a representantes de la comunidad, y si las posibilidades son propicias, se realiza una visita guiada a una zona agrícola para conocer sobre las medidas de seguridad, higiene e inocuidad de los productos que se cosechan, se publica en el Blog de la escuela, se busca un espacio radiofónico para transmitir lo aprendido, etc.» Recuerden que el proyecto y todas las  actividades deben planearse con anticipación y se debe evaluar mediante rúbricas, listas de cotejo, Auto-evaluaciones, Co-evaluaciones, examen individual, grupal y en equipos, etc.

Imaginen, qué gran aventura y oportunidad dejaron ir nuestras autoridades educativas y por ende esa triada de actores educativos: madres y padres de familia, estudiantes y docentes, para utilizar el ABP en el contexto del COVID-19; ¿Cuántos proyectos y construcciones curriculares se habrían dado en la Nueva Escuela Mexicana para un modelo alternativo de educación?

La lección que nos acaba de dar COVID-19 (a ver si así lo entendemos ya!), es que no es necesario, ni siquiera importante, estar llenando esas mochilas de herramientas que quizá algunas nunca se utilizarán, si seguimos basándonos en algunas metodologías y estrategias didácticas de siglos pasados, cuando los problemas y los grandes proyectos los tenemos enfrente de nuestras caras, en pleno siglo XXI.

Hay otros aspectos y temas que debemos tomar en cuenta también, por ejemplo, el rescate de los valores, el uso humano de las tecnologías, una cosmovisión enfocada en las buenas relaciones con la Naturaleza y el Medio Ambiente, la paz interior, la resiliencia, un currículum enfocado más a las artes, los juegos y deportes, la Filosofía y el Humanismo; por efecto (y por experiencia propia), las ciencias fácticas y formales fluirán progresivamente en las mentes de nuestros niños/as, jóvenes y también de los adultos. Con el ABP también se logra todo lo anterior.

Por lo tanto, no hay que forzar esas mentes para llenarlos de conocimientos y luego aplicar exámenes que no tienen ningún sentido, sino la de calificar, nada más; hay que ser exigentes, sí, pero hay que tomar en cuenta que cada una de esas mentes son personas que tienen su tiempo y su medida para aprender, y si a estas personas las integras en grupos o equipos colaborativos y cooperativos, su aprendizaje fluirá exponencialmente, cuando sea expuesto en contextos reales, a veces muy duros, pero quedarán grabados por siempre en su memoria, adquiriendo un aprendizaje profundo dentro de su aprendizaje automático.

Es así como, antes de la pandemia, teníamos conformada una educación a veces rutinaria en el aspecto metodológico, sin tocar siquiera los matices que ofrece la Tecnología Educativa. Pero el mundo cambió completamente desde el primer contagio por el coronavirus en la ciudad de Wuhan, China. Hoy, estamos ante la Post-Pandemia, que vino a conformar a la fuerza, nuevas formas de entendimiento, de vivir la cotidianidad, de relacionarse con las personas; es otro mundo, por lo tanto necesitamos ya de otra escuela, con los mismos actores pero con la convicción de conformar también otros enfoques que la nueva triada educativa debe de apropiarse.

Soy un fuerte promotor y seguidor del uso de las tecnologías en ambientes áulicos, y esa otra escuela, con el uso o sin este de las tecnologías educativas, para nada sustituirá el rol de los docentes, sino que los preparará mejor para otras cosas que ni la Inteligencia Artificial lo hará en mucho tiempo, por ejemplo, el aspecto emocional que transmiten la y el docente no tiene comparación; además, las maestras y los maestros entrarán en nuevos roles que les permitirá concentrare mejor en aspectos más de su trabajo e investigación así como de su persona y preparación profesional para utilizar la Inteligencia Artificial a su favor y reducir esa carga administrativa que no deja avanzar. Y esto también aplica para nuestras instituciones educativas y funcionarios públicos de cualquier área y nivel.

 

Por último, hay un proverbio africano que dice “Para educar a un niño hace falta la tribu entera”, y aunque la Tecnología Educativa debería llegar primero a los menos privilegiados y no al revés como todavía sucede, sobre todo en las comunidades rurales, el resto de la tribu sigue intacta y con ella la gran oportunidad de que los hogares no se conviertan en extensiones áulicas de la vieja escuela, sino que sean el pilar principal para la «Construcción Curricular de la Nueva Escuela Mexicana.»

 

Les saluda afectuosamente Luis Carlos Cazares Aguirre.

Professor | Engineer | Blogger | Enterprising | Theōrikós | Systems & Technologies Integrator

 

 

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