Pareciera un fin de semana normal, como todos, pero no es así. Se respira un ambiente muy diferente, y no solo se trata del aire fresco y cielo borrascoso que nos regala la naturaleza, sino que es una sensación como si estuviéramos fuera de tiempo o de época, no lo sé, y lo percibo cada vez que salgo a algún mandado o al llevar y traer de sus trabajos a mi esposa e hijo. Aunque hay cierta afluencia de automóviles y personas en la calle y supermercados, éstas son mucho menos que en condiciones normales o en otras circunstancias antes de la pandemia.
¿Esa sensación será porque no estoy trabajando o como si estuviera de vacaciones, así como muchos que nos estamos quedando en casa y sólo salimos lo mínimo indispensable?
Lo cierto es que esta pandemia vino a cambiar completamente la percepción que se tenía sobre lo que denominamos como la Modernidad, Seguridad Laboral y Social, Educación, el Urbanismo, la Salud, la Humanidad, entre otros. Es así, como esta pandemia viene a contribuir enormemente al establecimiento de un nuevo orden mundial mediante una Re-Ingeniería Social.
Lo que no hicieron las guerras mundiales y las postguerras durante casi 100 años, el Coronavirus lo está logrando en estos casi 100 días, desde que China alertó a la comunidad internacional sobre un nuevo virus más agresivo que el propio SARS o el Ébola, poniendo en cuarentena a toda una ciudad con más de 11 millones de habitantes; es allí, donde el Gobierno Chino implementó una serie de medidas sanitarias utilizando la Tecnología 5G, misma que ya venía haciendo desde hace tiempo, y que en esta ocasión sería para contener la epidemia, y posteriormente controlarla y darle seguimiento, al mismo tiempo que a su propia población.
Es ahí, donde se entra al debate sobre el uso de las tecnologías, para bien o para mal.
Ahora bien, no veo necesario informarles más, sobre los pormenores de esta pandemia, puesto que muchos de ustedes deben de estar mejor informados que yo, a menos que vea necesario compartir alguna información de suma importancia que nos vaya a impactar sobremanera como sociedad o profesionales de la industria, educación, del Gobierno o de manera particular.
Contrastando con lo mencionado anteriormente, el Coronavirus nos tiene prisioneros en nuestras propias casas a buena parte de la población mundial, cosa que ninguna guerra ha logrado hasta entonces; esto me trae a la reflexión sobre cómo un virus tan pequeño nos mantiene así, con cierto miedo, mucha incertidumbre y temerosos de que al primer contacto con éste, nuestro organismo quiebre ante un invasor que nos puede llevar a la muerte. Siguiendo esta analogía pregunto: ¿Cuántas vidas inocentes habrán terminado las minas y los explosivos que se utilizaron en infinidad de guerras sin razón? ¿Cuántas minas aún faltan por descubrir y desactivar en 30 países y 3 territorios tan vastos como Afganistán, Siria, Irak, el Medio Oriente, por nombrar solo algunos y más actuales.
El siguiente video nos lleva por el camino hacia la recuperación de la ciudad de Mosul, Irak.
“[El Coronavirus y las minas tienen algo en común, ya que] constituyen una grave amenaza para la seguridad, la salud y la vida de la población local o un obstáculo para el desarrollo social y económico.” ONU.
Por tanto, elevemos una plegaria por aquellos inocentes caídos, tanto por el virus COVID-19 como por las minas y los restos explosivos de las guerras, y esperemos que esta pandemia nos lleve a reconsiderar lo que realmente somos como Seres Humanos y enfocarnos con lo verdaderamente importante, dándole valor a los momentos más que a las cosas.
Siempre lo he dicho, debemos ser concientes al utilizar las tecnologías para el bien común, no como herramientas de despilfarro digital, sino con otros enfoques más humanos, promotoras de nuevos conocimientos y tecnologías, y previsoras en la atención de las necesidades básicas indispensables para generar Bienestar y que muchos países enmarcan en su Constitución Política (Salud, Empleo, Seguridad Social, Educación, Alimentación, Vestido, Esparcimiento) y en las que se mencionan en la pirámide de Maslow, también a debate…Sobre la Conciencia les hablaré en la próxima publicación.
Para terminar les comparto la siguiente frase del secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres:
“Los logros de quienes luchan contra las minas muestran que, cuando colaboramos unos con otros, podemos alcanzar metas que en su momento nos parecían imposibles. Se trata de un mensaje que nos sirve a día de hoy para tratar de acabar con la transmisión de la pandemia.”