En días pasados, me vinieron a la memoria los últimos dos años que hemos vivido los trabajadores y las trabajadoras durante la pandemia y posterior a esta, con todos los ajustes y reajustes que hemos tenido que hacer a nuestra vida cotidiana y laboral, las cuales, además, de los ajustes y reajustes que continúan realizando las empresas nacionales y extranjeras, a veces, en detrimento de la economía de las personas; por supuesto que, el entorno Geopolítico Internacional también está cambiando y nos estará afectando de manera directa y personal en nuestros bolsillos, debido a una crisis económica con varias de sus aristas como son: la crisis energética, alimentaria y ambiental, aunado a la guerra de Ucrania y un posible conflicto muy largo entre la Federación Rusa contra la UE, OTAN, EU y aliados. Aquí se está conformando el nuevo orden mundial multipolar, un tema extremadamente importante que convendría que lo tratáramos lo más ampliamente posible, pero en otro espacio de diálogos.

Bien, la intención de esta reflexión introductoria de contexto es crear conciencia sobre las nuevas condiciones laborales que se están conformando y transformando la vida de muchas trabajadoras y muchos trabajadores, donde el trabajo es el único medio y sustento para cubrir parcialmente las NECESIDAES BÁSICAS INDISPENSABLES, para llegar a subsistir en una economía atroz y desigual, con falta de oportunidades y por ende una baja o nula MOVILIDAD SOCIAL. Por ello, aprovechando el Día Internacional de las trabajadoras y los trabajadores, quiero invitarte para que reflexionemos juntos en qué deberíamos enfocarnos, qué es lo primordialmente importante y necesario y cómo es que con el pasar de los años, elegimos varios caminos para salir adelante y ser alguien importante en la vida de los demás, por eso, la importancia de aprender y hacer lo que más te gusta y apasiona y que pueda a la vez, transformar para bien la vida de los demás..

Ahora bien, debido a todas estas crisis o retos que se nos están presentando (y esto ha sido durante cientos de años), y que estamos viviendo actualmente, más hoy, en este siglo XXI, tenemos que enfocarnos realmente en lo más importante, y aunque se avecina una crisis económica ya anunciada hace algunos años, la pandemia del virus COVID-19 vino a acelerar los cambios que en otros escenarios o circunstancias, habrían tardado tal ves 5, 10 o 15 años más. De tal suerte que, todas las actividades educativas, económicas, sociales, laborales, políticas, culturales, artísticas religiosas y deportivas, entre otras, tienen que realizarse de otra manera, ahora más que nuca apoyándose de las tecnologías para el bien común, para generar Bienestar.

Aunque la pandemia aún no termina (ya llevamos dos años), debemos hacer énfasis en que las actuales condiciones laborales aún no son suficientes y aún no cubren las necesidades básicas indispensables de las/os trabajadoras/es.

 

HISTORIA – SIGLOS XIX Y XX

Para adentrarnos al contexto actual, la historia y los orígenes de esta conmemoración son esenciales, por lo que les comparto algunos enlaces que explican al respecto:

La revuelta de Haymarket y  los derechos laborales Una manifestación obrera en Chicago, Estados Unidos, que pugnaba por la reducción de la jornada laboral a 8 horas, indemnizaciones médicas, respeto a los niños y mujeres en sus centros de trabajo, descanso dominical, entre otras peticiones.

Aquí en México, La Casa del Obrero Mundial, fue una organización sindical de la Ciudad de México, donde un puñado de trabajadores, entre artesanos y proletarios, asidos al pensamiento anarquista, creó una casa para educar y organizar a los obreros de la capital del país, y así preparar el advenimiento de una sociedad libre de cualquier forma de opresión. Ahí es donde se propone el Manifiesto Anarquista, un decálogo integrado por artesanos «ilustrados» y «cultos», que tenían la misión de iluminar a los obreros, quienes aun tenían los ojos cubiertos por las «vendas del pasado».

Primera celebración del día primero de mayo, en cuanto al día de lucha para la clase obrera mexicana.

A partir de la presidencia de Plutarco Elías Calles, se inicia oficialmente y formalmente la conmemoración del Día del Trabajo.

Nuestra misma Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su Artículo 123 Constitucional, se nos menciona que, «…toda persona tiene derecho al trabajo digno y socialmente útil; al efecto, se promoverán la creación de empleos y la organización social de trabajo, conforme a la ley…»

 

HISTORIA – CONTEXTO ACTUAL, SIGLO XXI

Han pasado 136 años desde aquel primero de mayo de 1886, y aunque algunas condiciones laborales mejoraron y cambiaron para bien de los trabajadores a la par de las tecnologías, todavía persisten desigualdades que se acrecientan día a día, sobre todo en un mundo que se está transformando y a la vez, des-globalizando, ya que empiezan a surgir e imperar nuevos mercados regionales en un nuevo orden mundial multipolar de alto impacto, en el que estamos expuestos de sucumbir si no tomamos las medidas oportunas, ya que podremos caer en la DESARTICULACIÓN LABORAL, por lo que es imperante que los gobiernos, las empresas públicas y privadas y la ciudadanía en general trabajamos en colectivo para velar los derechos individuales y colectivos de las trabajadoras y los trabajadores

 

UNA MIRADA HACIA EL COLECTIVO Y NO A LO INDIVIDUAL

Ahora bien, hoy, todos tenemos que adaptarnos a estas nuevas circunstancias y momentos que nos ha tocado vivir (muchos y muchas lo hemos hecho durante décadas); y para aquellas o aquellos que no se sientan preparadas/os o muy seguras/os en sus empleos o no tienen empleo, los invito a que tomemos las nuevas riendas con lo mínimo indispensable que tenemos a la mano para aspirar a lo grande, y si tienes de aliado a las tecnologías, excelente!!

Por supuesto que los tiempos son otros, pero desde aquel año 2020 a todos nos tocó el cambio de época, hacia nuevas formas de vivir, convivencia y entendimiento, una nueva ConCiencia para generar Bienestar, nuevas relaciones y obligaciones laborales pero también nuevos derechos que debemos mantener.

Uno de esos derechos humanos básicos y elementales es el derecho al trabajo, de tal manera que, aprovechemos esa gran oportunidad de ejercer con compromiso, lealtad y pasión, todos nuestros conocimientos, habilidades y talentos, no mirando hacia nosotros mismos, ni tampoco buscar el beneficio personal, sino para integrarnos como una emergente red social en pro del beneficio de la sociedad, para alcanzar con nuestro esfuerzo diario y colectivo, la armonía, el desarrollo y el crecimiento comunal.

Para que el trabajo le dé un significado real a nuestra vida, tiene que ser un trabajo digno, que al momento de realizarlo nos haga sentir muy felices e importantes, que vale la pena nuestro esfuerzo, y que el conjunto de esos trabajos de las personas sea recompensado y a la vez beneficie al colectivo.

Por tanto, el trabajo dignifica al Hombre y por ende a las personas y al colectivo, porque el intercambio de experiencias, capacidades, conocimientos y habilidades fortalecen las mismas en cada una de las personas, lo que propicia el progreso y el desarrollo económico y social de un país, se amplían más oportunidades para una mejor Movilidad Social y por supuesto que una mejor calidad de vida.

Es así como el trabajo debería ser dignificante para otorgarnos la gran oportunidad de realizarnos como personas y darle sentido a nuestras vidas y a la de las demás. Encontrarnos a nosotros mismos para realizar un trabajo que nos dignifique en cualquiera de los roles en los que queramos desarrollarnos, ya sea como empleados, emprendedores o empresarios.

El trabajo dignificante también debería generar riqueza (no como un concepto erróneo como lo han establecido en el ámbito económico), sino una riqueza moral que ayude a realizar trabajos que no vayan en contra de los principios de las personas, que no les desagrada y que les guste hacer, que las haga sentir bien y muy satisfechas por su labor, que les ayude a madurar y cumplir sus sueños, a realizarse como personas y si están bien remuneradas y cubren sus necesidades básicas indispensables, qué mejor.

Cuando el trabajo dignifica a las personas, el trabajo deja de ser en sí mismo un hábito consecuente para la supervivencia y se convierte en un hábito para la convivencia, el DESARROLLO y el PROGRESO COLECTIVO; y es aquí en este punto, donde los gobiernos debieran poner énfasis en las políticas publicas, no dando subsidios (a veces provocados por convenios con la iniciativa privada y las empresas trasnacionales), sino crear oportunidades y fuentes de trabajo diversificadas/os que permitan a todos construir un futuro mejor, mediante la cultura del esfuerzo y trabajo colaborativo y colectivo, utilizando y potenciando para ello las competencias profesionales y laborales como el talento, la creatividad y el carácter, es decir, utilizando los dones y talentos de las personas, dependiendo de su contexto más cercano y adecuado para desarrollarlos.

Ahora bien, atendiendo nuestra realidad actual como profesionistas en los ámbitos educativo, industrial, comercial, de la salud, del gobierno, etc., seguimos viviendo en un mundo inmerso en la tecnología, donde los avances se suceden a cada momento y los conocimientos adquieren gran movilidad.

De tal modo que, las sociedades actuales y sobre todo, en el ámbito laboral, nos exijan respuestas rápidas y efectivas para atender los problemas relacionados en el mercado que se están atendiendo en ese momento, por lo que, los profesionistas de hoy, debemos enfocarnos en roles, actividades y proyectos que no sólo sean de nuestra competencia profesional vigente, sino que nuestro actuar debiera también involucrar otros ámbitos que pudieran afectar para bien otras áreas como son la educacion, la salud, la energía, la alimentación, el cuidado del medio ambiente, la ciencia y las tecnologías, entre otras, aumentando con ello el conocimiento adquirido, de tal forma que lleve a la persona hacia un nivel de competencia de alto nivel, donde le permita ser más crítico, reflexivo, responsable y productivo; adiestrarse en las nuevas tecnologías que lo preparen para el trabajo y para la vida; pero también para combatir la corrupción y humanizar sus relaciones sociales y crear nuevas redes sociales de aprendizaje que lo ayuden a aprender a aprender.

Entre el mundo real y la “aldea virtual” se está dando una sinapsis cognitiva, la cual, ha favorecido en ciertos casos el desarrollo de nuevas tecnologías que aumentan potencialmente la integración de nuevas redes de comunicación y tecnologías, además de la creación de nuevas comunidades de aprendizaje, y que a la vez posibilitan un mejor desarrollo sustentable de la humanidad.

Considero que tomando en cuenta estos aspectos y otros que faltaron describir, podríamos hacer que nuestra labor y nuestro trabajo realmente sea dignificante para mí, para ti y para los demás.

El trabajo como tal, esta cambiando, nos encontramos en un procesos de metástasis laboral, donde a la vez, se están renovando y creando nuevas condiciones laborales que las mismas tecnologías están propiciando; pero, mientras estemos en esa transición, hoy por hoy, te deseo un feliz día de la trabajadora y del trabajador, una jornada que aún no termina porque es durante toda tu vida, pero que te invito a que encuentres y reencuentres ese trabajo dignificante (a veces, allí mismo donde te encuentras laborando actualmente), y que amas realizarlo, lo que te provoca una inmensa felicidad y empatía, clave del éxito, porque una empresa, de cualquier giro, cuando sus trabajadores/as son felices, tanto ellas y ellos como las mismas empresas llegarán al éxito juntos.

En este día y durante toda la vida, reflexionemos sobre uno de los derechos humanos básicos y elementales, por lo cual tratemos siempre de aprovechar la oportunidad de ejercer este derecho, no mirando hacia nosotros mismos ni tampoco buscar el beneficio personal, sino de integrarnos como sociedad para el beneficio de la misma y lo que es primordial, alcanzar con nuestro esfuerzo diario la armonía entre todos y lograr que nuestra comunidad crezca. Trabajemos sin pedir cuartel, luchemos y hagamos de nuestro país una nación desarrollada.

Les saluda afectuosamente Luis Carlos Cazares Aguirre

Por favor, sígueme, comparte y dale "Me Gusta"

Deja un comentario